1930 - 1940 Los años ‘sombríos’ de Barcelona

La década del 30 no fue muy feliz para el novel equipo de Barcelona que ya jugaba en la Serie A del torneo federativo.

Dos invitaciones para jugar en Quito ocasionan que el equipo sea sancionado e incluso corra el peligro de desaparecer.

En 1930 ocurre la desafiliación de la Federación Deportiva de Pichincha de la federación nacional y este organismo resuelve que ninguno de los equipos podía tener relación con la entidad desafiliada.

Barcelona recibe ese año una invitación del club Gladiador de la capital para jugar en Quito irrespetando la resolución, lo que generó una sanción que no le permitía jugar en los torneos federativos. Los jugadores ofrecieron disculpas y la Federación Nacional reconsideró la sanción.

Nueva sanción para Barcelona

Pero en 1931 el equipo volvió aceptar una nueva invitación a Quito lo que acarreó posteriormente que la federación resuelva la separación de los jugadores del equipo.

La reina del Deporte de ese año, Maruja Barriga Plaza, intercedió por los jugadores y la federación los perdonó, pero decide que el equipo baje a la serie B.

Los jugadores y dirigentes deciden no jugar en la serie B y ante la ausencia de los del Astillero en los partidos, la Federación los manda a jugar a la serie C.

“Esos fueron los años sombríos de Barcelona. Esto dura hasta 1935”, cuenta el periodista e historiador del deporte ecuatoriano, Ricardo Vasconcellos.

Cambios en el equipo torero

En octubre de 1934 hay un cambio en el equipo de Barcelona. Los jóvenes encabezados por Victoriano Arteaga Martinetti, que después fue presidente y luego presidente vitalicio, toman las riendas del club.

De la primera generación del equipo queda Rigoberto Aguirre como arquero. Entre los jóvenes están Luis Izquierdo, Jorge López Zerega, Walter Rampani, ‘Chinto’ Ramírez y Wilfrido Rumbea.

Los toreros juegan en la serie C, luego ascienden a la B y de ahí pasan a la Intermedia donde permanecen hasta inicio de los 40.