Antes de vincularse con este Gobierno, Paulo Rodríguez Molina, ingeniero en Electrónica de 56 años, era el encargado del área tecnológica en el Consejo de Competitividad (CNPC), en el 2004.
Su entonces jefa, la empresaria Joyce Higgins, se sorprendió cuando en el 2011 se enteró de que Rodríguez había sido designado presidente del Consejo de la Judicatura de Transición (CJT).
“Me llamó la atención que una persona involucrada en temas de sistemas y electrónica estuviera organizando la parte judicial”, comenta Higgins, quien lo recuerda como “un hombre correcto”. Ella renunció al CNPC, pero Rodríguez siguió con la nueva directora, Verónica Sión, y en el 2007 él asumió el CNPC cuando Rafael Correa nombró a Sión ministra de Turismo.
Por recomendación de Sión, Rodríguez pasó en el 2009 al Registro Civil y de ahí a presidir el CJT como delegado de Correa, entre el 2011 y el 2013. “No estoy mandando un abogado, porque estoy seguro (de) que ahí los problemas son de infraestructura”, dijo Correa para justificar la delegación de Rodríguez, quien hoy se enorgullece de su trabajo: “He liderado procesos que han marcado hitos en la reciente historia nacional: la recuperación de la centenaria institución llamada Registro Civil, así como la transformación de la Justicia”.
Paulo Rodríguez lideró ambas entidades mientras en ellas se ejecutaban estados de emergencia. Para el plan de modernización del Registro Civil se asignaron $ 91 millones, mientras que para la reestructuración judicial, casi $ 600 millones. En ambos casos, las contrataciones de obras civiles concentraron más recursos que en las áreas de personal y de tecnología.
En contratos dados por ambas entidades en Guayaquil –para las remodelaciones del Registro Civil del sur y del Palacio de Justicia– figuró como responsable de obra Patricio Naranjo Molina, primo de Rodríguez.
Un informe de Contraloría, difundido en marzo cuando ya había cesado el CJT, reveló fallas de control interno en las inversiones de infraestructura. Rodríguez, electo para la Judicatura actual, renunció en agosto. Siento “la necesidad de servir a los míos”, escribió en su cuenta de Twitter. Hoy se dedica a su empresa Consultelemática.
