Reciclar es por ejemplo lo que hace la naturaleza con el agua; el sol la evapora y se va a las nubes y vuelve a caer con la lluvia….y se vuelve a evaporar y vuelve a llover y nunca se acaba.
Bueno, el hombre puede hacer lo mismo con algunos materiales, el vidrio es el que mejor se presta al reciclaje.
Todo vidrio es 100% reciclable, y al reciclardo, se cumple un ciclo cerrado perfecto, sin generar subproductos inutilizables o tóxicos y más importantes aún, sin que el nuevo producto tenga una calidad inferior en relación al original. Un kilo de envases de vidrio desechados o casco de vidrio, se funde, se moldea y se convierte en un kilo de nuevos envases exactamente iguales a los originales.
El reciclaje de vidrio significa también la conservación de recursos naturales, ya que el vidrio reciclado se funde a una temperatura menor que la materia prima virgen.
Pero lo más importante es que el ciclo del vidrio no tiene fin ya que nunca se pierde ni se desgasta: cada botella y cada envase puede volverse a fundir y transformarse en otro igual, un infinito número de veces.
Por ello el vidrio nunca es basura, sino valiosísima materia prima.
Y así… con el reciclaje todos ganamos!
En el mundo entero, son cada vez más y más las personas que toman parte en el ciclo del vidrio y obtienen de ellos distintos beneficios. Hasta hay muchos que viven de eso y tienen pequeñas o grandes empresas de reciclaje.
Fíjate un poco cuando vayas por la calle y seguramente verás alguno. Las personas que recogen botellas son algo así como el primer eslabón de la cadena, existen lugares donde esas personas venden el vidrio recolectado.
Este vidrio se transforma en la materia prima de nuevas botellas, es decir se vuelve a fundir, y empieza el proceso de nuevo. De cada botella de vidrio reciclada se puede hacer otra igual y reduciendo el consumo de energía.
Parecen igualitos, ¿verdad? Pero no es lo mismo reciclar un vidrio de ventana o de un espejo que una botella. Los vidrios planos de ventanas y espejos, los refractarios (que se utilizan para cocinar), los bombillos y el cristal (copas y vasos) no pueden ser reciclados junto con los frascos y botellas porque tienen una composición química diferente. Las botellas y frascos de todos los tamaños se reciclan juntos, salvo los envases llamados retornables (que se utilizan para ciertos refrescos y cervezas), que se devuelven a la bodega o supermercado una vez utilizados.
Para participar en el reciclaje, el primer paso por supuesto es recolectar los envases desechables. ¿Dónde? En todos los lugares donde la gente los usa y los bota; en nuestra casa y en la de los vecinos, en la calle o cualquier sitio público y, ¿por qué no? En los mismos negocios (abastos, panaderías, bares de escuelas) donde a veces no saben qué hacer con todas las botellas usadas.
Sea como sea, siempre ganas, porque además contigo sale ganando en el reciclaje algo que es tan tuyo como de toda la humanidad: el planeta Tierra.
La naturaleza es tan sabia que para conservarse no necesita nunca nada nuevo, sino que simplemente utiliza una y otra vez sus mismos elementos; todo se transforma pero nada desaparece.
Por eso, al reciclar cualquier material le estamos dando una mano al ambiente, y de paso sin alterar nada porque estamos imitando sus propios mecanismos de conservación.
Amar a la naturaleza significa también mantener el ambiente limpio. Y por eso con el vidrio, lo sano y lo inteligente es reciclarlo.