Se convirtió en fiscal del Guayas en vísperas de la Navidad del 2005, después de ser asistente legal de fiscales en bufetes y en el Servicio de Rentas Internas (SRI) cuando aún no era abogado.
“Como licenciado no podía patrocinar procesos, pero sí preparaba informes y revisaba procesos del tribunal fiscal”, dice su exjefe en el SRI, César Pazmiño, quien se considera su amigo.
El bajo perfil que manejó Fernando Yávar Umpiérrez en la Fiscalía y el SRI contrastó con sus polémicas llegadas a la dirección de la Judicatura del Guayas, en septiembre del 2009, y al Consejo de la Judicatura de Transición (CJT), a cargo de la emergencia judicial, en el 2011.
A la Judicatura del Guayas debió entrar con defensa policial, ante la negativa de los entonces directores de dejar el cargo.
En la gestión de Yávar se inició el juicio del presidente Correa contra Diario EL UNIVERSO. Él hizo el sorteo no público en el que resultó como juez del caso Juan Paredes, quien sentenció a favor del mandatario.
En su selección como vocal del CJT enfrentó la oposición de sus colegas, que impugnaron su candidatura por no tener diez años de ejercicio profesional y por sus sanciones como fiscal.
Pero Yávar alegó que los diez años regían para la Judicatura definitiva, y, además, logró que un juez de Durán, “amigo laboral” de su padre y coautor de uno de sus libros, ordenara a la Fiscalía a limpiar su expediente.
También fue polémica la sesión en la que triunfó como delegado al CJT por la Función de Transparencia y Control Social. Su hoja de vida la presentó el superintendente de Bancos y amigo del presidente Correa, Pedro Solines, quien pidió que se desechara una denuncia en contra de Yávar y lo defendió cuando se lo criticaba por la falta de un acta que certificara no estar impedido de ejercer cargo público.
Ya como vocal del CJT, Yávar se concentró en la depuración de jueces, aunque también visitó obras judiciales, por ejemplo, la del norte de Guayaquil, contratada en $ 55,5 millones. La recorrió junto con el contratista John Martínez, denunciado por estafa en el 2009 y cuya acusación Yávar desestimó cuando se desempeñaba como fiscal.
Yávar no ha aceptado aún una entrevista. Hoy se dedica a la docencia y a su profesión.
