“Vivan el día a día, disfruten el proceso, no solo el logro”
El amor que siente por su país es la razón por la que Alexandra Álvarez ha decidido participar en este certamen de belleza. “Me encantaría que Ecuador sea un país lleno de gente feliz, en paz, y espero con esta oportunidad poder ayudar a que estas aspiraciones se cumplan”, señala la representante del Azuay.
La cuencana de 24 años estudia Comunicación Social y Publicidad en la Universidad del Azuay (UDA). Ella prefiere compartir su tiempo con la gente que aprecia y asegura que uno de sus pasatiempos favoritos es ir de compras, porque le encanta la moda.
Pasar las vacaciones en el valle de Vilcabamba (Loja) y disfrutar de una cabalgata para apreciar el paisaje que este lugar le ofrece es su predilección a la hora de elegir un destino para relajarse. Aunque cualquier lugar del país le parece hermoso, sobre todo por la variada gastronomía y clima que poseen, resalta la belleza de su ciudad para hacer un recorrido turístico por las iglesias y los museos, y también destaca las delicias del mar en las playas, especialmente en Manta (Manabí).
Lo que más le gusta de su provincia es el emprendimiento que existe, ya que la mayoría de los negocios de productos o servicios que se generan logran consolidarse en mercados internacionales.
Ella impulsaría el sector social y dice que su meta es sacar adelante una empresa que esté orientada a ayudar a la sociedad, cuyo nombre sería “Supermercado Social”.
Se describe como una persona muy emocional, pero con autocontrol; alegre, y con un estado de ánimo muy positivo. Valora mucho a las personas que la rodean y la quieren “Son muy importantes para mí, sé escuchar, me encanta hacer amigos todo el tiempo”, señala la candidata a Miss Ecuador.
Cuenta que desde pequeña le llamaba mucho la atención el ballet, pero como en Cuenca la única institución que impartía clases tenía horarios que complicaban mucho a sus padres, ellos buscaron una alternativa parecida y la inscribieron en una academia de danza, modelaje y etiqueta desde los 5 años.
Alexandra manifiesta que se siente muy apoyada por su familia y que ellos están muy felices porque saben que se acerca a uno de sus sueños.
