"Jamás dejemos que nuestra luz se apague y que nuestro deseo por tener un mundo mejor en donde reine la igualdad esté presente en cada paso que damos".
La quiteña confiesa que ser Miss Ecuador ha sido su anhelo de toda la vida. “Sé que la corona me permitirá tener un mayor alcance en cada rincón de mi país, aportar con manos abiertas a quienes más lo necesitan y además quiero ser la primera mujer ecuatoriana en ganar el Miss Universo y llenar de orgullo a nuestro país”, dice Gabriela.
Sus tres lugares favoritos del país son: el Lago San Pablo de Otavalo, porque ahí se puede acampar en familia y es un lugar muy tranquilo. La laguna de Quilotoa en Pujilí le parece también un sitio espectacular, pero admite que su lugar preferido es el centro histórico de Quito. “Su riqueza colonial es impresionante y te identifica. Como quiteña que soy, amo visitar las iglesias y sentarme a tomar un café con empanada de viento en la Ronda”, manifestó Jiménez.
También destaca que le llena de orgullo la gastronomía ecuatoriana por ser tan diversa. Le fascinan los higos con queso y entre sus platos preferidos están: La guatita, el seco de chivo, el cebiche y el chupe de pescado.
Ella cuenta que durante su infancia pasó mucho tiempo visitando a sus abuelos de la costa y de la sierra. Siempre que iba de vacaciones al Carchi, su abuelo le enseñaba a ordeñar vacas, recolectar leña y ponerle hierba a los cuyes. “Un día salimos de paseo en mula y mi abuelito me advertía de que tenga cuidado de no apegármele mucho, pero como yo me sentía súper poderosa en el campo, no le hice caso y ahí fue cuando la mula me tumbó de una patada y terminé embarrada de lodo, mojada y con toda la hierba pegada en mi ropa”, recordó Jiménez.
A ella le gustaría seguir impulsando el trabajo de las mujeres del campo, para esto contaría con la empresa El Ordeño. “Mi proyecto se llama “Guerreras del campo” que reconoce, genera valor y conciencia al aporte de la mujer campesina, agricultora y ganadera de nuestro país”, señala Gabriela.
Entre sus libros favoritos están, ‘El principito’ de Antoine de Saint-Exupéry y ‘El señor de las moscas’ de William Golding. Disfruta escuchar música sacra y latinoamericana. “Me siento identificada con mis raíces por lo que me encantan los pasillos, me encantan la música de nuestros artistas ecuatorianos porque tienen mensajes positivos que transmiten la esencia de lo que nos identifica como país”, afirma.
Su película favorita es “El laberinto del fauno”, una cinta hispano-mexicano, escrita y dirigida por Guillermo del Toro. Comenta que es una historia que combina la ficción, la fantasía y la realidad de una época de caos, además de que conecta muchas emociones y engloba la inocencia de una niña que solo buscaba su libertad.
A la juventud ecuatoriana los invita a que hagan escuchar su voz y que jamás dejen que su luz se apague. “Nunca dejemos de soñar, recuerden que los éxitos son meritorios y si luchan conseguirán lo que se propongan”.
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