"Ecuador será grande, pero con la ayuda de todos" Al parafrasear el lema del escudo de Manta convoco a la unidad de los ecuatorianos de toda condición social, raza, credo o inclinación política, para conseguir una patria próspera, que propicie oportunidades para esta generación y las venideras.
Manabí lo es todo para mí. La belleza de sus playas y de su gente generosa, hospitalaria, solidaria y emprendedora. No somos fáciles de rendirnos ante los embates de la naturaleza, siempre buscamos la manera de resurgir. La gastronomía es deliciosa, en particular los cebiches, ya sean de pescado o mixto, con camarón, pulpo, concha, calamar, etc.
En esta provincia viví una infancia feliz y llena de anécdotas. Compartiré con ustedes una de ellas, aunque no fue tan buena para mí, tuvo su tinte gracioso. Tengo dos hermanos mayores y a ellos un día se les ocurrió jugar conmigo a los etilistas. Por supuesto cortaron mi cabello de una forma espantosa, a tal punto que para arreglarlo tuvieron que llevarme a un gabinete. Luego de ese corte, parecía niño, tanto así que mi familia me puso de sobrenombre Charliza, porque decían que me parecía al cantante colombiano Charlie Zaa.
Si llegase a ser Miss Ecuador estaría dispuesta a trabajar en obras de los distintos aspectos sociales, mantendría contacto con las autoridades, tanto locales, provinciales o nacionales, no como un elemento decorativo, sino como un aporte proactivo en la consecución de tal o cual fin.
“FIREPROOF” (A prueba de fuego) es una película que de algún modo me ha llamado la atención ya sea por su trama en la que se manifiesta la intervención divina y también por la profesión de la protagonista, la cual era de Relacionista Pública, título que me gustaría obtener muy pronto.
