"El ser uno mismo es el más grande patrimonio que tiene una persona, valoremos lo nuestro, amemos la tierra en la que nacimos y de la que recibimos tanto, sintámonos cada día más orgullosos de nuestras raíces, de nuestro origen y creamos que unidos es posible realizar un cambio de mentalidad en la sociedad".
Haber sido reina de Portoviejo hace cuatro años dejó en Karen la sensación de querer mucho más. Es por ello que decidió ingresar a participar en este certamen, ya que al concursar por la corona nacional dejará en alto el nombre de su provincia y representará a la belleza y el trabajo de la mujer de su país.
Tiene 23 años y estudia el último semestre de la carrera de Odontología en la Universidad San Gregorio de Portoviejo. Dice que le encanta leer, ver películas en casa o en el cine, también le agrada la fotografía y practicar deportes, principalmente el fútbol.
Ama la costa y sus balnearios de agua dulce y salada. “Recibir la brisa del mar en el rostro, acariciar las olas o simplemente ver el atardecer con mi familia, son mi idea perfecta de vacaciones”, menciona Paredes.
Se siente orgullosa de ser 100% manabita y lo que más resalta de su provincia son los atractivos turísticos, diversidad de recursos, su gente y gastronomía. A la hora de referirse a lo que más le gusta del Ecuador, menciona esta frase: “Cuatro mundos, dos hemisferios, un país”, que dice leyó en algún momento de su vida y la cual refleja lo que es el país, ya que asegura que no existe algo en particular, sino todo en conjunto. “Simplemente enamorada del país en el que nací”, señala Paredes.
Menciona que como reina de Portoviejo efectuó varias campañas, entre ellas las de protección animal, de salud oral, de tránsito, educación vial y antidrogas, así como la que se denominó “Vivir sin ataduras”, con charlas y obras de teatro dirigidas a escuelas y colegios, las que de llegar a ser electa Miss Ecuador le gustaría continuar.
Se describe como una persona sincera y transparente, muy sencilla y con los pies bien puestos sobre la tierra. Es alegre, espontánea y dice que disfruta las cosas simples. A ella le gusta sonreír y respetar a los demás, ser disciplinada, apasionada y entregar todo en aquello que decide emprender.
Lo que más le molesta es la indolencia, la carencia de valores, la violencia, crueldad y miseria en la sociedad. “Me apena pensar que nos hacemos menos humanos que nos acostumbramos a vivir en un mundo así”, asegura Paredes, quien dice que el tiempo transcurre, la tecnología avanza y nos concentramos tanto en nosotros mismos, que solo nos preocupamos del bien propio antes del bien común.
En el futuro se visualiza como una mujer independiente, profesional, especializada y con un posgrado, superando día a día sus expectativas. Así también espera continuar con campañas y programas de ayuda social.
