"Siempre nos dicen que hay que tener sueños, pero esto no es suficiente. Hay que creer en ellos, tener fe, constancia y ser perseverantes día a día, recuerden que si lo crees, lo creas".
Soy Guayaquileña. Sin duda nuestro país es una tierra encantadora, cada provincia tiene su magia que se destaca por la belleza natural de sus paisajes y la calidez humana. Poder especificar solo una característica de lo que más me gusta de la provincia del Guayas me es complicado ya que todo, nuestra historia, cultura y gastronomía son enriquecedoras y siempre enamorar a turistas nacionales y extranejros.
Me encanta nuestra comida típica ecuatoriana, pero mi plato favorito es el cangrejo. Una tradición es comerlos en familia, considero que así se disfruta más este plato.
Mi vida ha tenido muchos momentos hermosos, pero también difíciles. Perdí a mi padre, Robin González, quien padecía de Lupus y a mi mamá, Mónica Echeverría, la tuvieron que operar dos veces de un tumor benigno en el bulbo raquídeo. Destaco este último momento de la enfermedad de mi madre, que ocurrió cuando tenía 12 años, ya que esto me motivó para hacerme más fuerte y valiente, para saber que si tienes fe, todo se puede lograr.
En nuestro país, hay mucho que hacer. Me gustaría enfocarme en el voluntariado en los diferentes sectores vulnerables. Basándome en mi experiencia personal, me enfocaría en dos metas: Una correcta difusión sobre lo qué es Lupus y cómo tratar esta enfermedad para ayudar a las personas en el inicio de esta enfermedad y así salvar vidas; y la segunda, realizar una campaña de respeto e inclusión de las personas con discapacidad.
En mi corazón guardo la película “Avatar”. Esta tiene un significado muy sentimental para mí, porque también era la favorita de papá, quien no paraba de hablar y detallar los momentos de la cinta. No solo la disfruté sino que recuerdo cómo mi papá se emocionaba al contarme lo que más le había gustado.