"Por más difícil que sea el momento, nunca perdamos la esperanza, Dios está con el pueblo ecuatoriano y será nuestro guía para solucionar los problemas".
Soy de Quevedo y lo que más me gusta de la provincia de Los Ríos es la calidez y calidad de su gente, que no se amilana ante la adversidad, que demuestra su identidad e idiosincrasia y el alma de guerrero en luchar por sus ideales. Mi plato típico favorito es el bolón de verde con chicharrón y el encebollado.
Cuando era pequeña mi mamá siempre nos llevaba a una finca, jugábamos en el río con mis primas y mi hermano. Hacíamos picnic, aunque siempre terminaba de enemiga con los mosquitos. Lo mejor de mi niñez fue pasar tiempo de calidad en la naturaleza con mi familia divirtiéndonos hasta el atardecer y lo mejor de todo era que mi abuelita nos esperaba siempre con una rica comida en casa, después de una larga tarde llena de actividades.
Me gustaría unirme a las entidades de turismo para hacer conocer lo hermoso que es nuestro país. Trabajaría en los derechos de la mujer, ya que el femicidio aún se encuentra con un alto índice dentro de los delitos que menoscaban la sociedad ecuatoriana.
La película que marcó mi vida fue “300”, porque se trataba de un pequeño grupo de hombres a los que no les importó ofrendar sus vidas con tal de hacer respetar su pueblo. Si lo comparamos con nuestra vida, es como la historia bíblica de David contra Goliat, donde a los más pequeños les toca enfrentarse a los más grandes.