"Nada es tan grande para no ser alcanzado, con esto quiero decir que luchen por sus sueños y que no tengan miedo de hacerlo".
Es modelo profesional y su aspiración más grande es publicar un libro. Al igual que casi la mayoría de las candidatas, desde muy pequeña, sintió el deseo de convertirse en Miss Ecuador. “Recuerdo que mientras pasaba el fin de semana con mis abuelitos esperaba con muchas ansias ver el certamen y me imaginaba que yo estaba ahí y que era la ganadora”, comenta Ylinka, quien ahora está en el camino de poder cumplir ese anhelo.
A ella le gustan mucho las 3 ciudades más pobladas del país: Quito, Cuenca y Guayaquil. “Me gusta Quito porque es nuestra capital y tiene hermosos paisajes. También por su arquitectura, entre moderna y coloneal, la cual refleja las raíces de nuestra cultura”. Añade Draskovic.
Sobre la Atenas del Ecuador dijo que le encanta su diversidad cultural, artesanías, paisajes y gastronomía. De la Perla del Pacífico, le gusta sus paisajes tropicales y su gente cálida y trabajadora.
El plato típico favorito de ella es el encebollado, muy común en Guayaquil, pero le encanta acompañarlo con una buena porción de chifles.
De su infancia recuerda que siempre deseó tener una hermana con la cual pudiera hacer muchas travesuras. Es así que cuando su hermana menor tenía 3 años y ella 6, un día cogieron la ropa, los tacos y el maquillaje de su mamá y jugaron a ser modelos. Nadie se había dado cuenta, hasta que el papá las llamó para que salieran a la sala de la casa para presantarlas con unos amigos. “Nos habíamos maquillado como payasitas”, cuenta Ylinka, y dice que su mamá las bañó de inmediato.
Le gustan los libros de autoayuda y la literatura romántica, como: ‘Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva’, de Stephen R. Covey, ‘Arráncame la vida’ de Ángeles Mastretta, ‘Sólo un año’ de Gayle Forman y ‘Agua para elefantes’ de Sara Gruen.
Entre sus gustos musicales se encuentran la salsa, el rock en español, la música pop, la electrónica y algunos pasillos.
Su película favorita es “Intocable” y le gusta porque se basa en hechos reales y habla sobre un hombre de buena posición económica que se queda tetraplégico y necesita de cuidados, por lo que contrata a un inmigrante africano para que sea su lazarillo.
En el transcurso de la historia, los protagonistas se hacen amigos hasta lograr que sus vidas cobren sentido a pesar de las adversidades.
“Esta historia es realmente hermosa ya que enseña sobre la verdadera amistad, la superación y que no existen barreras de ningún tipo”, señala Ylinka.
A los jóvenes ecuatorianos les aconseja que estudien, aprendan de sus errores, pero que se pulan para alcanzar los objestivos.
