..................................................................................................................................................................................................................... LOS GUAYAQUILEÑOS SOMOS ..................................................................................................................................................................................................................... Solidaridad, generosidad Miércoles 9 de octubre del 2013 5 y emprendimiento Desde épocas en que se vislumbraron la expansión y el desarrollo integral de la ciudad hasta convertirse en una verdadera metrópoli, sus habitantes han dado muestras permanentes de su característica solidaridad. Frente al desastre causado por los fenómenos naturales, las epidemias, los incendios, etcétera, siempre los guayaquileños se manifiestan desprendidos para paliar el sufrimiento de sus vecinos y compatriotas caídos en la desgracia y el dolor. Numerosas y respetables instituciones de asistencia social y las permanentes cruzadas que protagonizan sin reparo alguno testimonian el espíritu solidario de los porteños. De la misma forma, esos episodios cotidianos como los de socorrer sin mirar el peligro cuando al voltear la esquina nota que una vivienda es presa de las llamas mientras sus habitantes se desesperan por ponerse a buen recaudo. De allí la aparición de muchos héroes que la comunidad aplaude y trata de emular. La generosidad que camina a la par de la solidaridad imprime un distintivo elocuente en la vida diaria del guayaquileño, pues es de aquellos que sacrifica lo poco o mucho que posee para ayudar a quienes no tienen nada, y lo hace sin esperar nada a cambio, solo por la íntima satisfacción de servir a sus semejantes. Si alguien le pide trabajo, inventa algún pretexto para que su conciudadano se gane algún dinero sin necesidad de recurrir a la mendicidad; si alguien toca la puerta de su casa en pos de alguna comida, no solo que lo hace pasar a compartirla, sino que va por una ropa u otra cosa que en verdad sirva al necesitado que se marcha contento. En cuanto al emprendimiento, esta cualidad FRANCISCO BRAVO es un verdadero tesoro del guayaquileño, pues jamás se deja vencer por los avatares. Si no hay trabajo o seguro que le ayude a realizar una vida sin mayores preocupaciones con su familia, nunca tarda en poner su propio negocio y con un despliegue de entusiasmo y creatividad lo instala y además también permite a otros obtener el sustento diario. “Pocas acciones humanas son tan nobles como la solidaridad". Carlos Julio Arosemena Monroy, guayaquileño, jurisconsulto, expresidente de la República, 1919-2004.
Los guayaquileños Somos - Especial - EL UNIVERSO
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