Jueves 6 de agosto del 2009
Nuevos blancos de ofensas
Piedad Escobar L. | Guayaquil
¡Ya es hora de despertar! Ayer fue con los “pelucones” y Guayaquil, y nadie dijo nada; después, con la Iglesia, y tampoco se hizo nada; luego, con los ancianos jubilados a los que les quitaron su dinero y su futuro, y tampoco nadie dijo nada; después, con los maestros, para poner en su lugar a los que van a lavar el cerebro de nuestra juventud con ideas que solo van a satisfacer al tirano.
Hoy es con la prensa y los periodistas, y atentan contra nuestra libertad para sumirnos en una pobreza de la cual quién sabe si saldremos algún día. Ya es hora de decir ¡basta, basta! ¡Hasta aquí llegó! No voy a permitir más tiranía ni más atropellos! Ecuatorianos, despierten, antes de que sea tarde, antes de que el capital fugue, las empresas cierren y el desempleo nos mate y suma en un servilismo de Gobierno; entonces será tarde. Miren a Cuba y Venezuela.
Jorge A. Gallardo Moscoso | Guayaquil
Resulta insólito, por decir lo menos, que el Gobierno del presidente Correa, a través de su secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, presente una denuncia –en este caso contra dos periodistas de diario Expreso– ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Y lo es porque, repetidamente, el Mandatario ecuatoriano ha descalificado a este organismo internacional, acusándolo de ser representante de las “vacas sagradas” y dueños de los medios impresos; incluso alguna vez mandó a sus directivos a que “ganen una elección”, por lo menos, para quizás allí sí otorgarles algún derecho a opinar sobre las –tan conculcadas, sin duda– libertades de prensa y de expresión en el Ecuador.
Claro, no es la primera ocasión que el Presidente incurre en lo paradójico, pues varias son las veces en que para referirse a sus opositores políticos se vale de los mismos periódicos a los que censura, para recordar lo que estos decían de ellos.