Cacerolazos. Centenas de miles de argentinos descontentos con el gobierno de Cristina

Un cacerolazo de grandes proporciones pone en una situación difícil a la mandataria argentina, Cristina Fernández. El rechazo a una segunda reelección, restricciones a la compra de dólares, trabas al comercio, inseguridad, entre otras demandas, movilizan a unas 700 mil personas en la protesta del 8 de noviembre (8N) en varias ciudades y países del mundo.

La manifestación se suma a al menos otros cinco cacerolazos similares ocurridos en el año.
La presidenta, reelegida con un apoyo del 54% el año pasado, ve disminuida su popularidad. La desaprobación llega al 60,6%.
En septiembre levanta polémica por la cuestionada dieta de los 6 pesos ($ 1,30), según la cual una familia de cuatro personas puede tener los tres alimentos diarios por esa cantidad.
Meses atrás, en abril, Cristina enfrenta una tensa situación al ordenar la intervención de la petrolera YPF y pide expropiar el 51% de las acciones de la compañía, controlada por la española Repsol.
La mandataria cierra un conflictivo año con la llamada ley de medios que la enfrenta con el Grupo Clarín, que logra un fallo que impide la aplicación de dicha ley que obliga a los grupos de medios a desinvertir en caso de poseer licencias, más de la cantidad límite permitida.